La ruta discurre por el viejo camino que los mineros de Villar del Puerto utilizaban para bajar a las minas de Ciñera y de Santa Lucía, un camino agradable para dar un paseo e ir descubriendo dos sistemas naturales de enorme interés en las estribaciones de la cordillera Cantábrica.

Por un lado las Hoces del Villar, horadadas durante milenios por la acción combinada de dos agentes modeladores, la fuerza mecánica de las aguas del arroyo del Villar y la disolución química de la caliza. Por otro, los bosques que pueblan sus laderas, encinares en las zonas más térmicas y hayedos en las orientaciones septentrionales. La tortuosa orografía local y el sustrato calizo juegan un papel determinante para el asentamiento de las distintas comunidades naturales que se van sucediendo a lo largo del recorrido.

Durante el itinerario, el guía-interpretador va desvelando los secretos de bosques, arroyos y paisajes, lo que permitirá a los participantes ir aproximándose a una de las más interesantes comarcas de la montaña leonesa.

Al final de la ruta, podrán conocer algunos detalles de la vida en la mina, de las herramientas e instrumentos que los mineros empleaban día a día en las galerías. Minería que en la zona tiene su propia historia, ligada íntimamente al devenir de esta comarca.