Los pliegues del valle de La Cueta

En la margen derecha del valle de La Cueta destacan, por su vistosidad, los enormes pliegues que dibujan las rocas calizas del periodo Devónico. Estos pliegues son visibles, al menos en parte, gracias al intenso poder erosivo del río Sil que, al excavar su propio cauce, los ha puesto al descubierto.

Los llamativos pliegues que constituyen las laderas del pico La Orbia son reconocibles desde Quejo y Cacabillo, dos barrios de La Cueta; sin embargo, la collada de Lago de Babia, accesible desde la localidad homónima, ofrece unas vistas espectaculares de los pliegues y de todo el valle. Este último punto permite, además, visitar la laguna Grande. Se trata de una laguna de origen glaciar, una de las muchas evidencias de que, en el pasado, el suelo de Babia permaneció cubierto por grandes masas de hielo.